Juegos sin Tiempo


Jugar a ser uno mismo, mirarse por dentro,
Inconsciencia infantil, planeada espontáneamente
florece en juegos que no tienen edad;
En el afán de la sonrisa propia, se encuentran los deseos de la sonrisa ajena;
Diversión no tiene definición, no tiene competencia, es la única opción;
Este baile de la silla a nadie deja afuera a la espera de un baile sin fin,
Eternas lluvias de alegría encuentran en estos niños perdidos su torrente especial,
Recuerdos de aquellos tiempos de recreo que no son recuerdos por ser presentes,
Maniobras de travesuras dibujadas en crayones, que pintan manos en la pared con los colores de la buena vida,
Síndrome del olvido de un pasar por miradas de opinión desde algún ojo cítrico,
Ilusión montada en la soltura del cuerpo y la mente me enseña a aprender a enseñar.
Sonrisa de helado en mano acompaña los vuelos siderales en las hamacas de la vieja plaza que rejuvenece al ver a los sin tiempo jugar,
Pinturas en la cara no pretenden atracción y bajo la estética del payaso meneamos acordes de algún señor televisor que se apago hace años;
Los carnavales de golosinas que empachan la comparsa son el dulce alimento de la eternidad;
La ira del exterior se representa en alguna guerra mansa de pompas de ilusiones que salen de algún burbujero perdido en un bolsillo sin fin,
Chichón de grande dolor de chico, prolonga las risas de algún juego anterior;
Ya no hay cuentos para dormir, pero mil historias al despertar,
Leyendas de los juegos sin edad
Que al cerrar los ojos volveré a jugar,
para amanecer en el alma libre de un niño que ya no tiene edad.