Abstinencia


Concierto de suelas, pies inquietos tocan baterías en el suelo,
Las manos me transpiran, la eficiencia esta perdida horas atrás,
Miro hacia la nada, los ojos se desorbitan,
La mente no responde, estoy en otro lugar,
Siento calor en pleno invierno, el hambre desaparece,
el trabajo se hace eterno, las dimensiones de este lugar no tienen escuadra,
ya no hay papeles en donde dibujar garabatos, y hasta la tinta de mi lapicera se rindió,
Los relojes parecen caminar hacia atrás, enciendo la radio, no tiene nada que decir,
No hay pronósticos para el clima en mi interior,
Por fin… se abren las puertas,
Aunque nada parece tranquilizar este cuerpo, la sangre aumenta su presión,
La cabeza esta por explotar, apresuro el paso,
Las calles parecen nunca terminar,
Agacho la mirada, en busca de evitar cualquier parecido conmigo mismo que me detenga un segundo más en este infierno,
Pasos más adelante, siento una vibración extraña en mi cuerpo,
Algo se estremece en mis bolsillos, la situación se torna incontrolable,
Comienzo a oírlo, incipientes sonidos salen de allí…entonces…vuelvo a mi…
Y lo tomo, era el maldito celular, palabras de valla a saberse de quien, me dicen cosas de algo que no se lo que es, pero que ya paso, lo siento, estas fuera de tiempo,
Redoblo el paso, la ultima calle, encierra los rostros de algunos vecinos que intentan hacer maniobras que me harían perder el tiempo, esquivo uno, luego otro, el tercero es mejor tirador, pregunta la señora por la abuela, por mama, papa y quizás por el gato, respuestas al aire me van librando de un obstáculo mas,
En casa al fin…entro… arrojo mis cosas por ahí, en ese lugar en el que días después no las encontrare,
Me quito las prendas infectadas de rutina, mientras giran las canillas y el sonido del agua de una dulce ducha se hace esperar, y allí me encuentro quitándome apresuradamente las penas de una jornada, la última de la semana, mientras dibujo mapas en el vidrio empañado, mirando con deseo que llegue el momento.
No hay dudas sobre las prendas a vestir, lo mismo de siempre, ya listo a un costado del placard,
Un silbido en la cocina me indica que la pava ya cumplió su cometido y me tiene lista el agua para unos futuros mates cuando comience la acción,
El tic tac del reloj retumba en el silencio de la casa y se niega a acelerar su paso,
La hora no llega mas, la espera corroe mis ganas, y aunque no lo mire, el reloj esta ahí y la hora… la hora no llega,
Sentida la desesperación al borde, y sin mas vueltas que dar, me dirijo decidido hacia ella, esta allí... en el lugar de siempre, donde la deje anoche, lista y preparada,
Y ahí voy, la tomo con el cariño que una madre toma a su hijo, la balanceo y de un tirón... a la espalda!
Ahhhhhh, placer cual droga al adicto después de sufrir el síndrome de abstinencia durante una semana,
Una vez más, mochila a cuestas, me dirijo hacia alguna banquina para saciar las ganas de una nueva aventura, esa aventura que se hizo esperar algun tiempo, ese viaje que quizás no dure mucho,
Pero es esa la droga que me mantiene cautivo de la adicción.

Espiritu de Murga



Al girar como un remolino
absorbes todas las miradas;
Tu pelo menea como las caderas de una mulata
que dibuja círculos en el aire,
Los aplausos no se atreven a marcar el fin
de una eterna canción que no duro lo suficiente;
Redoblantes corazones se estremecen
al sentir el repique de tus tacos,
Y un Djembe transpira de ganas con solo verte caminar,
Te desplazas con la suavidad de una pluma
que nunca tocara el suelo,
y entre tus ojos perdidos encuentro una mirada
que me invita a seguir los pazos que nunca encontrare;
Único espectador de tus bailes de lujo,
Seguiré cantando a la vera del camino para verte bailar,
Porque dejas aun lado dolores y penas
cuando los cambias por zapatos y colores;
Tus llantos y sonrisas ahora son música para mis oídos;
Bailemos juntos hasta que sangren los pies,
Llevame con vos al mundo de tu danza
y dejate oír esos tambores,
Porque son los latidos de mi corazón
que hacen eco de tu espíritu de murga.

Juegos sin Tiempo


Jugar a ser uno mismo, mirarse por dentro,
Inconsciencia infantil, planeada espontáneamente
florece en juegos que no tienen edad;
En el afán de la sonrisa propia, se encuentran los deseos de la sonrisa ajena;
Diversión no tiene definición, no tiene competencia, es la única opción;
Este baile de la silla a nadie deja afuera a la espera de un baile sin fin,
Eternas lluvias de alegría encuentran en estos niños perdidos su torrente especial,
Recuerdos de aquellos tiempos de recreo que no son recuerdos por ser presentes,
Maniobras de travesuras dibujadas en crayones, que pintan manos en la pared con los colores de la buena vida,
Síndrome del olvido de un pasar por miradas de opinión desde algún ojo cítrico,
Ilusión montada en la soltura del cuerpo y la mente me enseña a aprender a enseñar.
Sonrisa de helado en mano acompaña los vuelos siderales en las hamacas de la vieja plaza que rejuvenece al ver a los sin tiempo jugar,
Pinturas en la cara no pretenden atracción y bajo la estética del payaso meneamos acordes de algún señor televisor que se apago hace años;
Los carnavales de golosinas que empachan la comparsa son el dulce alimento de la eternidad;
La ira del exterior se representa en alguna guerra mansa de pompas de ilusiones que salen de algún burbujero perdido en un bolsillo sin fin,
Chichón de grande dolor de chico, prolonga las risas de algún juego anterior;
Ya no hay cuentos para dormir, pero mil historias al despertar,
Leyendas de los juegos sin edad
Que al cerrar los ojos volveré a jugar,
para amanecer en el alma libre de un niño que ya no tiene edad.